viernes, 3 de octubre de 2025

Dolor Psicosomático

El dolor psicosomático es un tipo de dolor que se siente de forma real en el cuerpo, pero cuyo origen principal se encuentra en factores psicológicos (emocionales, mentales o sociales) y no en una causa física o médica directa (aunque a veces puede agravar una condición física preexistente).

En esencia, es la forma en que el cuerpo expresa el sufrimiento emocional o el conflicto psíquico no resuelto o no gestionado de manera saludable.


Características Clave del Dolor Psicosomático

  • Origen Psicógeno: Está influenciado por el estrés crónico, la ansiedad, la depresión, traumas no resueltos o la dificultad para expresar emociones intensas o negativas (como la rabia, la tristeza o el miedo).

  • Manifestación Física: El dolor se siente en el cuerpo y es completamente real para la persona que lo padece. No es simulación ni invento.

  • Ausencia de Causa Médica Clara: Después de un examen médico completo y pruebas, no se encuentra una explicación orgánica o fisiológica que justifique por completo la intensidad o persistencia del dolor. Los síntomas no son totalmente explicados por una enfermedad médica diagnosticada.

  • Empeoramiento con el Estrés: Los síntomas a menudo se agravan o aparecen en momentos de alta tensión, ansiedad o estrés.


Ejemplos Comunes de Dolor Psicosomático

El dolor psicosomático puede manifestarse en diferentes partes del cuerpo. Algunos ejemplos comunes incluyen:

  • Dolor de cabeza tensional o migrañas causadas por estrés o ansiedad.

  • Dolor de espalda o cuello crónico por tensión muscular constante debido a la ansiedad.

  • Dolor abdominal o problemas digestivos (como colitis, náuseas o diarrea) sin causa orgánica aparente, asociados a preocupación.

  • Dolor en extremidades o tensión muscular generalizada (fibromialgia puede estar relacionada).

  • Taquicardias o palpitaciones (en ausencia de una cardiopatía).


Tratamiento

Debido a su naturaleza, el manejo del dolor psicosomático debe ser integral, abordando tanto los síntomas físicos como los factores psicológicos subyacentes.

  1. Evaluación Médica: Es crucial descartar primero cualquier enfermedad física que requiera tratamiento médico.

  2. Terapia Psicológica: Es el pilar del tratamiento. Terapias como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o el Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) son efectivas para:

    • Identificar y modificar los factores de estrés o los patrones de pensamiento negativos.

    • Mejorar la capacidad de afrontamiento y de expresión emocional.

    • Procesar experiencias traumáticas o conflictos internos.

  3. Técnicas de Relajación: El yoga, la meditación, la respiración profunda o el mindfulness ayudan a reducir la tensión muscular y la respuesta del cuerpo al estrés.

  4. Fisioterapia: Puede ser útil para tratar el dolor muscular y de espalda, aliviando la tensión física acumulada.


 

Un síntoma psicosomático aparece cuando el cuerpo expresa un malestar que tiene un origen principalmente psicológico o emocional (estrés, ansiedad, traumas, conflictos internos, etc.). La dolencia se siente de verdad en el cuerpo (dolor, tensión, problemas digestivos, fatiga…), pero no tiene una causa médica clara o no está en proporción a la causa física encontrada.

👉 Cómo se aborda y se puede mejorar:

  1. Descartar causas médicas
    Lo primero es acudir al médico para confirmar que no haya una enfermedad física que explique el síntoma.

  2. Psicoterapia

    • Terapias como la cognitivo-conductual (TCC) ayudan a identificar pensamientos y emociones que generan malestar físico.

    • La terapia psicodinámica puede explorar conflictos inconscientes.

    • La terapia somática o técnicas de mindfulness ayudan a reconectar con el cuerpo de manera sana.

  3. Manejo del estrés
    Practicar relajación, respiración profunda, yoga, meditación o técnicas de mindfulness reduce la activación física ligada al estrés.

  4. Hábitos de vida saludables
    Dormir bien, mantener una rutina de ejercicio moderado y una alimentación equilibrada fortalecen tanto la mente como el cuerpo.

  5. Expresión emocional
    Muchas veces los síntomas aparecen porque las emociones no se expresan. Escribir un diario, hablar con alguien de confianza o realizar actividades creativas puede liberar tensión emocional.

  6. Tratamiento combinado (cuando hace falta)
    En algunos casos se usan medicamentos (ansiolíticos, antidepresivos) bajo supervisión médica para reducir la ansiedad o depresión que están alimentando los síntomas.

✨ En resumen: no se trata de “curar el cuerpo” sin más, sino de atender la parte emocional y psicológica que está detrás del síntoma. Con apoyo médico y psicológico, los síntomas psicosomáticos suelen mejorar mucho o incluso desaparecer.

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